Playa esmeralda Miches
PLAYA COSTA ESMERALDA, MICHES
UN TESORO ESCONDIDO!
Es increíble que todavía exista en República Dominicana una playa totalmente virgen y poco visitada por turistas criollos y extranjeros. Muchos la consideran como un tesoro tropical escondido, pero con un encanto natural único que solo puede percibirse disfrutando de ella. Este lugar se caracteriza por la tranquilidad de sus aguas, por estar rodeada de cocotales por todas partes y carecer de grandes, pequeños y medianos hoteles, generando una paz difícil de sentir en otrospoloscercanos.
Ubicación.
Playa Costa Esmeralda se encuentra al sureste de la isla, en el municipio de Miches, provincia de El Seibo, y aunque su belleza es imponente, muchos de los residentes de las pequeñas localidades cercanas desconocen su existencia.
Playa Costa Esmeralda o Playa Esmeralda en Miches, es una de las pocas playas vírgenes y apartadas de República Dominicana, aún así no deja de ser un espectáculo adentrarse en un viaje hasta sus aguas verde turquesa y olas suaves. Rodeada de una sorprendente vegetación y una extensa carrera de cocoteros que te hacen pensar que estas en una isla desierta, pues solo escuchas los armoniosos sonidos de la madre naturaleza.
Recorriendo el camino que se encuentra alrededor de la playa se llega a la desembocadura del Caño Prieto. Un humedal rodeado de manglares que comunica el mar con la laguna Redonda.
La entrada de Costa Esmeralda es aproximadamente de cuatro km. de camino, en condiciones deterioradas. Mientras recorres el camino podrán deleitar su vista con los impresionantes paisajes naturales de este pueblo.
Saliendo del Aeropuerto Internacional de Las Américas con rumbo a Hato Mayor, conocido por su producción de cítricos, es una parada ideal para comprar naranjas en los fruteros de la carretera hasta llegar a la provincia vecina de El Seibo, donde está Playa Esmeralda. El trayecto es largo, aproximadamente 180 kilómetros, pero no tiene desperdicio con vistas panorámicas de la bahía que anticipan que el destino vale la pena.
Dos horas y media después llegamos a Miches, un pequeño pueblo costero que se puede recorrer bordeando la playa de tonos azules pálidos; nos recibe con un clima cálido y seco, perfecto para disfrutar del mar.